Mariluz ha trabajado toda su vida. Antes de mudarse a los Estados Unidos a los 19 años, ella trabajaba en la República Dominicana con su abuela. A pesar de ser tan trabajadora, nunca se sintió financieramente estable.

Hace un año y medio, Mariluz cambió su situación. Ella recibió una tarjeta postal de Compass en su correo-y mejor aún, tenía una amiga inscrita en el programa de FSS de Compass en Lynn. Su amiga no tenía duda de que Mariluz podría ser un éxito en FSS, y Mariluz tenía grandes metas. Ella no solo quería crecer su propio negocio, pero también quería demostrarle a sus hijos que su sueño de comprar una casa era posible. Con eso en mente, ella asistió los talleres financieros de Compass y tuvo su primer encuentro con un consejera de Compass. Esto cambio algo en Mariluz.

Ella siempre ha sido organizada y buena planeadora, y ahora Mariluz tenía una consejera financiera para guiarla en sus planes e inspirarle la confianza que ella necesitaba. Ella tomó control de sus finanzas y vio un camino claro hacia sus metas. Reflexionando en su progreso, Mariluz le dijo a su consejera, “Es difícil creer cómo con unos pocos cambios y arreglando mis finanzas, todo ha cambiado."

Aunque Mariluz ama su trabajo, ella tenia preocupaciones en proceder con su negocio de limpieza. Pero ahora ella se siente lista para tomar iniciativa y crecer su negocio. Ella trabajaba menos porque tenía miedo de perder varios beneficios públicos, pero ahora ella paga por su propio seguro de salud y cubre una porción alta de su cuota de alquiler.

Cuando ella le dice a su hija que ellos no pueden comprar algo porque están ahorrando para una casa, su hija pregunta cuándo van a comprar la casa. Mariluz sabe que es más pronto que nunca. Aún en el trabajo, su jefe le ha dicho “Yo te he conocido por 10 años, y siempre supe que lo podías hacer."

Ahora otras personas han escuchado de Compass gracias a Mariluz. Ella les dice a sus amigos “Al menos vengan para un taller. Este programa realmente cambia las cosas." Sus amigos ven los cambios en su confianza-pero más importante, Mariluz lo ve también. Pensando en su familia, Mariluz le dijo a su consejera financiera “No están cambiando la vida de una persona; sino la vida de cinco.”

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